Daniel Guzmán
No soy de presentaciones largas; prefiero mantener las cosas simples y dejar que la música hable por mí.
Cuando llego a una milonga, mi objetivo es claro: crear una atmósfera en la que todos puedan disfrutar la noche, conectar con la pista y dejarse llevar. Me encanta ver cómo los bailarines se sienten cómodos bailando las orquestas de la época de oro, y cómo se atreven a exploran los matices y desafíos que proponen las orquestas contemporáneas con sus arreglos y nuevas composiciones.
Esa forma de vivir y sentir la milonga me ha llevado a musicalizar en distintas ciudades del país, y a ser invitado a musicalizar en festivales de gran renombre como los de Querétaro, Tijuana, Bajío y, recientemente, Ajijic.
Sigo en el camino, con la misma pasión de siempre, muchas ganas de seguir aprendiendo… y muchas milongas por descubrir.